Tras la caída del Credit Suisse, subieron los CDS del principal banco alemán (Deutsche Bank) y complicó a otras entidades del sector; efecto negativo sobre los mercados.
El Deutsche Bank sufrió una caída del 15% y sus acciones se negociaron por debajo de los 8 euros por primera vez en cinco meses. La preocupación de los inversores por la estabilidad de los bancos europeos se reflejó en el aumento de los créditos de seguros de incumplimiento del banco, que aseguran contra el default, alcanzando máximos de cuatro años.
El Deutsche Bank cerró con una pérdida del 8,5%, cotizando a 8,54 euros. Otros bancos europeos también sufrieron grandes pérdidas, como el Commerzbank (-5,5%), Societe Generale (-6,1%) y UBS (-3,6%).
La semana pasada fue especialmente difícil para los bancos europeos, ya que el UBS respaldado por el estado suizo tuvo que rescatar al Credit Suisse, y se produjeron turbulencias en los bancos regionales de Estados Unidos, comenzando por el Silicon Valley Bank. Todo esto ha alimentado la inquietud sobre la salud del sector bancario mundial.
Los credit default swaps (CDS) de Deutsche Bank -una forma de seguro para los bonistas- “se dispararon por encima de los 200 puntos básicos -el máximo desde principios de 2019- desde los 142 puntos de hace apenas dos días.