Temblor Bancario Global!
Hace dos semanas, el mercado ajustó sus expectativas de tasa de la FED tras una desalentadora inflación minorista. La caída de Silvergate y Silicon Valley Bank trajo a la escena los peores presagios de la crisis financiera global de 2008. Este problema inicialmente limitado al mundo “crypto” y al emprendimiento se propagó al público en general, causando una corrida de depósitos en los bancos regionales de los Estados Unidos. Como resultado, hubo una inyección de liquidez y salvataje a los depositantes coordinados entre el Tesoro, la FDIC y la Reserva Federal, y una concentración de la banca en entidades más tradicionales. La situación de corto plazo presenta un gran desafío para los encargados de la política monetaria, quienes deben decidir si temporalmente abandonar su lucha contra la inflación para evitar una crisis mayor o mantener sus planes y arriesgarse a una crisis de solvencia.
En 2022, la caída delos bonos del Tesoro estadounidense causó pérdidas significativas en losbalances bancarios, exponiendo el descalce de las entidades y el mal manejo de
cobertura de riesgos de tasa. A pesar de que el mercado conocía la situación, la corrida de los depositantes expuso aún más la fragilidad del sistema. La inestabilidad de Credit Suisse y el efecto contagio en entidades bancarias europeas también son preocupantes. Los reguladores y hacedores de política deben coordinar medidas para evitar una crisis de solvencia, pero se necesita tiempo para que los depositantes recuperen la confianza. Aunque no hay una posición de activos tóxicos en grandes entidades financieras como en 2008, aún existe la posibilidad de un ajuste mayor de los mercados de equity.
El fly to quality reciente, producto de la búsqueda de refugio, mejora en el margen el problema del “mark to market” de las posiciones de Treasuries de los bancos, al tiempo que limita a la FED en su accionar más hawkish previamente recalculad